Le dio para que tenga

Carlos Tamara llegó a la Argentina prometiendo llevarse el cinturón de rey mosca de la Organización Mundial que desde hace más de un lustro le pertenece a Omar Narváez. Fiel a su perfil bajo, el Huracán tomó nota del irrespetuoso y respondió en donde mejor lo hace, el ring. Y le dio una clase de boxeo que duró los 12 rounds. Al final los jurados lo vieron ganar de manera unánime (dos, por 119-109 y el tercero, 120-108) llevando el invicto del campeón a 26-0-2 (16 ko), mientras Tamara cayó a 17-4 (13 ko). Narváez completó una docena de defensas y quedó a dos de Carlos Monzón. Nervioso, el colombiano había salido a tirar mucho pero sin control. En cambio, Narváez (50,600 kilos) fue achicándole la distancia de a poco, sin tomar riesgos, para disparar buenas andanadas. En el tercero la esquina lo apretó a Tamara (50,800 kg) para que produjera algo más y fue al tercero a quemar abajo, pero en cuanto Omar (que bloqueó todo) aceleró, le paró la levantada y comenzó a marcar dominio territorial. Desesperado, el de Sincelejo comenzó a bolear las manos. "Mejor para mí", pensó el chubutense, que entonces sumó una colección de visteos dignos del mejor Locche. Y continuó conectando sin pausas. El sexto fue un manual de cómo caminar en retroceso y pegar de contra. Así, Narváez se hizo un picnic. Parecía que el séptimo sería de transición, pero Omar siguió el baile. Ya Tamara salía del rincón sin alma para seguir recibiendo la lección que también disfrutaba alguien acostumbrado a las grandes peleas, el árbitro Joe Cortez. En el noveno lo ablandó a puro mandoble y en el décimo salió a ponerle la puntilla. Fueron tres minutos de darle y darle, sin poder meter el tiro de gracia para liquidar al aguantador colombiano. Narváez, agrandado, parecía un peso completo sometiendo a un limitadísimo retador. El chubutense bajó el vapor en el 11° y vivió el único momento complicado, cuando recibió un cabezazo que le produjo un leve corte. El cierre fue con galera y bastón para que estallaran los 4.500 espectadores que pusieron a tope el Nuevo Palacio Aurinegro.

Diario Olé.

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