
En el Portal de Madryn, la ceremonia de pesaje convocó a expertos y curiosos. El mexicano Hernández se adelantó a su rival y hasta efectuó un presaje junto a su entrenador.Como siempre acompañado de sus hermanos boxeadores e integrantes de su familia, Omar Narváez acaparó las fotos y los saludos.
Luego de que el doctor Gustavo Cuello de la Comisión Municipal de Boxeo, efectuara el exámen médico de rutina, los protagonistas del título del mundo, ascendieron al estrado en el que estaba depositada la balanza.
Primero Narváez. Con un slip negro y gesto relajado el argentino escuchó el “50 kilos 800” del supervisor de la OMB que provocó el aplauso del público y el saludo con Marcelo Gutiérrez, su hermano-entrenador. Con alguna advertencia a la gran cantidad de personas sobre el improvisado escenario, sensible para la balanza, Alejandro Hernández tampoco tuvo problemas para cumplir con el trámite: 200 gramos abajo que su oponente, con 50,60. Los púgiles se tomaron su tiempo luego para hidratarse y responder al pedido de los reporteros gráficos.
También se pesaron los restantes profesionales de la reunión. José “Pamperito” Sáez acusó 54,60 y primereó al sanjuanino Mauricio Muñóz, que debió recurrir a un segundo intento. Los dos pelearán por el vacante título latino CMB supergallo vacante.
Los semifondistas le siguieron en orden. Raúl Eliseo Medina dio 50,350 y su rival, el mendocino Javier Chacón 50,550 en un adelanto del nacional mosca que expondrá el de Trelew.
Empataron en la primera y hasta en el peso: tanto Daniel Narváez como Sebastián Ferreira rindieron 50,50 y hoy prometen romper tanta paridad.
Por último pesaron Mario Narváes (53,70) y su rival, el trenquelauquense Carlos Rodríguez (54) y las mujeres que abrirán el fuego en el Nuevo Palacio Aurinegro: Soledad Edith Matthysse (57,95) y Guillermina Fernández (56).
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