Dentro y fuera del deporte, Marcela Acuña y Héctor Saldivia confluyen en un perfil cercano a la vida sana, el esfuerzo y el alimento más preciado: el afecto de la gente. Ayer visitaron juntos la Escuela Juan XXIII del barrio San Martín y la Escuela Especial 521 convocados por FM Radiovisión (95.1).A La Tigresa le llovieron las preguntas sobre su vida, sus inicios en el deporte y en especial, sobre el rol de las mujeres en un deporte que solía ser exclusivo de los hombres. Lo del boxeador comodorense rozó por su reaparición y su vuelta a los rings tras su lesión.
Los ojos de los chicos se concentraron en el pequeño escenario que compartieron los ídolos boxísticos. Acuña, campeona del mundo y famosa tras su participación televisiva en el célebre “Bailando por un sueño” y Saldivia, figura de la casa que apunta a una chance mundialista no solamente respondieron las preguntas de los chicos sino que mostraron su mejor faceta.
“A los siete años empecé a practicar full contact, que es una especie de boxeo con patadas. Si bien a los 14 ya era campeona sudamericana y durante tres años defendí exitosamente el título, este deporte, en su rama femenina, venía un poco en decadencia. Entonces me gustó la idea de boxear, ya que era una disciplina similar a la que había practicado toda mi vida” relató la formoseña.El Tigre Saldivia explicó lo que representaba el gimnasio y la disciplina que debe existir para que los resultados lleguen.”El entrenamiento es bueno y hace que cualquier chico se olvidé de la calle y los malos hábitos que andan por ahí. El deporte en general ayuda mucho a vivir mejor, a alimentarse de otra manera y a comportarse correctamente, con respeto”.
Fuente: Diario Jornada
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