Actitud en frasco chico

Mariana Azul Navarro pesa más que sus 47 kilos reales. La flamante campeona argentina amateur incorpora el lastre de la actitud, del carácter que la lleva a "convertirse" sobre el ring, en una auténtica gladiadora. Festejó en Mendoza, una medalla para Chubut.
Ni hablar de fragilidad. La menuda figura de Mariana sorprende a la hora de tirar piñas y de fajarse en el gimnasio con sus colegas varones. Desde que eligió el boxeo como deporte, asumió el compromiso con responsabilidad y con apenas 6 peleas realizadas (2-1-3) ya tuvo incentivo.
En el polideportivo San Pedro, de San Martín (Mendoza) le ganó 3-2 a la santacruceña Claudia Aparicio y obtuvo el campeonato en la categoría hasta 46."La pelea fue pareja en los dos primeros rounds porque me costó soltarme, entrar en ritmo. Recién en el último round hice la diferencia, ahí pude trabajar bien en distancia y conectar los mejores golpes".
Así Mariana (19 años) llegó con resto a la última campana y al esperado veredicto: un triunfo que justificó tantos kilómetros recorridos y la decisión de Ana, su mamá, de inscribirla en la convocatoria de la FAB. "Es cierto, ella fue la que me anotó. Me apoya en todo y realmente le estoy agradecida a lo igual que mi técnico Oscar Rojas y a los compañeros del gimnasio" cuenta Mariana, representante del barrio San Cayetano.
En Mendoza, el Nacional la sorprendió por el nivel expuesto especialmente por las integrantes de la Selección Argentina y las diferencias notorias respecto al resto de las chicas."Hicimos un buen papel. Gloria (Díaz) y Lorena (Curruhuinca) realmente no desentonaron ante rivales con más peleas y muchísima más experiencia. Quedamos muy conformes con el trabajo que hicimos".
Mariana se reconoce "sencilla y muy normal" y proclama al boxeo como un deporte muy recomendable para las chicas."Cuando empecé nadie quería entrenarme hasta que Oscar Rojas me adoptó. El me enseñó todo lo que sé. Quisiera pelear más seguido, sumar experiencia y pulir los detalles técnicos. Voluntad es lo que me sobra" confiesa la campeona, estudiante a punto de egresar en la Escuela 738 "Pastor Schneider".

"Hacerme profesional ?. Todavía es medio prematuro. Ahora lo que quiero es sumar experiencia, seguir aprendiendo y si se puede, que empiecen a prestarle algo más de atención al boxeo femenino. Todas nos merecemos que nos tengan en cuenta un poco más". Con dientes apretados, humildad y poco acompañamiento ya sacó chapa de campeona. Y no hay que echarle la culpa a la casualidad.