El dulce sabor de la venganza

Tanta expectativa se murió temprano. El Tigre afiló las garras y cerró una de las peleas más importantes de su carrera, como la gente quería: nocaut uno en tiempo récord y en tiempo récord. La breve pero intensa pelea, dejó poco para el análisis. El trámite vibrante hizo que en pocos segundos, el público se pusiera de pie.
Jorge Miranda salió dispuesto a llevarse por delante a Saldivia, lo presionó e intentó “llevarlo” al terreno en el que finalmente el comodorense, definió. Esa actitud suicida le dio vía libre al campeón argentino para filtrar primero una derecha recta al mentón, que omnubiló a Miranda y lo mandó a la lona, provocando la primera cuenta.
Se consumieron algunos segundos más y con la adrenalina a mil, ya no hubo marcha atrás. Saldivia terminó lo que había iniciado y con precisión extrema volvió a achicar ya para terminar su faena: la última mano fue un gancho de izquierda que impactó en el mentón y tumbó al Chino ya por toda la cuenta. Antes del out del árbitro Jorge Basile ya se veía venir que el cordobés iba a tardar en recuperar la vertical. Y fue entonces, cuando el Socios estalló en una ovación.

Foto Gentileza Martín Pérez.

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