Tiene la pólvora intacta

No se rinde, resiste a pesar de las peleas que se caen, los rivales que no aparecen y las sanciones, a veces poco entendibles. Roberto Hernán Reuque se sacó la modorra de casi nueve meses y mostró en el ring que quiere recuperar lo perdido.
La primera deuda estuvo en la balanza. Llegó a estar en 95 kilos, desmotivado y con ganas de largar pero el entrenamiento y el sueño de pelear por algo grande, lo mantuvieron vivo. “Hice tres meses de pretemporada con los chicos de Quebracho, el equipo de rugby de acá. Y hasta aprendí a jugar” tiró el Munra, reconocido en el norte de Santa Cruz como un tipo con carisma. Trabaja en la Municipalidad, es colaborador directo del intendente Osvaldo Maimó y es un agradecido del afecto que recibe en Pico Truncado, su pago “chico”. Volver a boxear significó para él, un desafío más para su carrera.
“Estoy volviendo y me tengo mucha fe. Sinceramente me cansé de retar a los mejores de acá y las peleas que quiero hacer, están afuera. Quiero salir del país, buscar un título y aprovechar el tiempo que me queda como boxeador”, tiró el chubutense quien conserva a pesar de su inactividad, el tercer lugar en el ránking de los welters.
La pelea ante Hugo Santillán, un veterano de Venado Tuerto, duró poco. Bastó que el Munra lograra perfilarse para hallar la mano justa, la que dio por la lona con el visitante tras una cuenta interminable. Un gancho de derecha en el mentón hizo que todo se terminara rápido. Y el árbitro Ayala no detuvo el conteo coincidente con la campana que marcaba el final del primer asalto.
El resultado en éste caso, fue lo de menos para el Munra que se reencontró con el público, se sacó fotos con el ex campeón del mundo Víctor “Cococho” Godoi (que asistió al festival) y se alimentó de múltiples saludos de los hinchas que asistieron para apoyarlo en el Complejo Deportivo Municipal.
Es obvio, que Reuque quiere quemar a lo grande, los cartuchos que le quedan. “No hay que perder tiempo. A Saldivia le deseo lo mejor, me parece un buen pibe. Pero lamento que no me dé la oportunidad. No sirve que me ofrezcan una pelea con él, dentro de un año”, explicó.
Aunque pesó –igual que su rival- 71,50 kilos, la intención es poder “bajar” y hasta transitar el terreno de los welters, a pesar de que el mundillo boxístico ve poco factible que pueda dar esa categoría. Al menos, un nocaut uno lo ayudó a reencontrarse con el boxeador y en la medida que el nivel y la exigencia aumente, el Munra deberá demostrarse a sí mismo que su sueño es posible.