Sole Matthysse rompió el hielo

Soledad Matthysse tuvo la responsabilidad de abrir la velada. Con el público acomodándose en las tribunas, la invicta sureña tardó en acomodarse ante María Quiroga. Casi en una fotocopia de la anterior pelea entre ambas en el Palacio Aurinegro, Matthysse llevó la iniciativa e intentó prevalecer en los dos primeros asaltos. Quiroga fijó oposición y marcó terreno encontrando en la contra, una herramienta para empezar a sumar. Soledad no tuvo terreno fértil, se expuso en el intento de acercarse a la zona de fuego por lo que la pelea estuvo lejos de aburrir. El Luna comenzó a tomar temperatura con los primeros cruces, que le permitieron a la chubutense “achicar” posiciones y entusiasmaron a un público ansioso de piñas. Las dos apostaron todas las fichas en el último round y agotaron en éste pasaje, todas sus reservas. Las tarjetas se inclinaron por la paridad: Manuel Véliz dio 39-37,5 para la cordobesa y las dos restantes (Flecha y Miguel) reflejaron un empate salomónico: 39-39 y 38,5-38,5. La segunda no fue la vencida y entre ambas, quedó abierta la posibilidad de un tercer –y definitivo- pleito.