Los “olímpicos” quedaron a mano

Ezequiel Aguirre, hincha de Newell’s y de 18 años, experimentó el dulce sabor del desquite. Reconoció que Jonathan Zárate, el campeón argentino, le había ganado con claridad hace un año en Puerto Madryn pero en otras condiciones. “Yo venía de estar un tiempo parado y recién comenzaba a trabajar con Juan Fernández, mi entrenador cubano. Reconozco que dí ventajas, pero también que él fue superior a mí aquella pelea”, dijo Aguirre luego de ser proclamado ganador en éste duelo en versión olímpica que se reeditó en el ring del gimnasio Municipal Nro. Uno. La técnica afloró con Aguirre y Zárate mano a mano. Cultores de un estilo basado más en la estética que en la “destrucción”; con mucho de dinámica y estrategia desplegados en función de acertar un golpe, ambos justificaron su condición de fondistas en la reunión organizada por Piñas del Sur Producciones. El visitante con mayor alcance, no sacó partido tocando desde afuera y Aguirre, más aceitado para contragolpear justificó en la efectividad, una ligera ventaja en los primeros minutos del match. Curiosamente, el de menor talla, impuso la distancia de pelea y en ese terreno, encontró la medida correcta para lanzar los golpes más claros. Los pergaminos de Zárate quedaron a la vista pero también la evolución alcanzada por Aguirre (17 peleas y 5 derrotas) quien viene en alza después de vencer a Emanuel Carrera y de sacarse la espina ante un ex vencedor.
Foto: Walter Calderón/Jornada.

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