Otra cátedra boxística del "Huracán"

Omar Narváez dio muestras de que a diferencia del resto de los boxeadores “normales”, no le afecta el almanaque, ni los largos meses sin actividad. El “Huracán” reconvierta toda esa suma de factores negativos en el combustible para defender su título cada vez con mayor solvencia. El trelewense es un campeón al que cualquier rival parece quedarle chico. No tuvo chances el mexicano Víctor Zaleta quien pese a sacarle ventaja considerable en altura y alcance, terminó rindiéndose ante una magistral clase de técnica boxística que Omar desplegó en el Polideportivo Municipal de Monte Hermoso. En el ring, ámbito en el que se inspira como pocos, Narváez pasó con luz verde su primera defensa en la categoría supermosca donde a pesar de verse más chico, sigue demostrando su grandeza. El “Huracán” encontró la medida para el lucimiento, para demostrar que la naturaleza y el entrenamiento lo han convertido en un acertijo para sus oponentes. Así minimizó al visitante hasta convertirlo en apenas una referencia necesaria. Lo castigó, brilló en el trabajo de cuerdas; golpeó con precisión y ejerció un dominio táctico fuera de lo común. Pese a su voluntar, el “Nene” Zaleta terminó siendo apenas un trámite para un campeón que decididamente está en otra cosa. El resultado puede abrir puertas, sigue dando vueltas el nombre de Hugo Cazarez aunque la dificultad para gestionar rivales sea real en la medida que Omar siga reconvirtiendo el boxeo, en el arte de no dejarse pegar. Las tarjetas 120-108 y el doble 120-107 fueron una anécdota.
Foto: Fabio Latorre.

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