"Que se vaya cuidando Cotto..."

En Buenos Aires, según las noticias, no nevaba desde 1918. Para mala suerte del welter argentino Walter Matthysse, volvió a nevar esta semana, justo cuando debía partir de la capital de su país hacia los Estados Unidos, donde, mañana, rivalizará con el boricua Kermit Cintrón por el cetro de la FIB. “Fue un viaje largo”, resumió el peleador de 28 años de edad.
“Cuando pudimos salir, después de estar volando cuatro horas, el avión tuvo algún desperfecto -no sé qué pasó- y tuvimos que volver a Buenos Aires”, añadió desde Atlantic city, Nueva Jersey, donde se celebrará la cartelera de mañana. “Después de varias horas, pudimos volver a salir”.
La travesía concluyó el miércoles por la mañana, y, necesitado de descanso, Matthysse no asistió a la conferencia de prensa de ese día. “Pero ya estoy bien descansado”, agregó ayer el peleador, quien se sometía aceleradamente a los exámenes médicos de rigor. “Y el peso nunca ha sido un problema”.
Con marca de 26-1 y 25 nocauts, Matthysse, de 5’9” de estatura, y natural de Trelew, en la provincia de Chubut, en plena Patagonia, es el retador obligado de Cintrón (27-1 y 25), en su segunda presentación en los Estados Unidos. En la anterior -el 27 de mayo del año pasado- perdió su invicto al sucumbir por nocaut en el décimo episodio ante el norteamericano Paul Willliams. “Con Williams yo aprendí una lección”, dijo Matthysse, entrenado por su padre, Mario, y por Raúl Montesino.
“Para aquella pelea sólo tuve tres semanas de preparación. Pero para esta vengo mucho mejor preparado”, continuó. “Yo creo que le voy a ganar a Cintrón más que nada por mi preparación”.
“Esta pelea definitivamente no va a la distancia”, comentó a su vez el uruguayo radicado en Las Vegas, Sampson Lewkowicz, quien representa a Matthysse en los Estados Unidos.
“Yo veo a Matthysse ganando por nocaut neto y convirtiéndose en el nuevo campeón mundial”.
El viaje tan complicado, aseguró, “no le ha afectado en nada: por el contrario, le ha puesto más positivo y más hambriento de triunfo. El está concentrado sólo en esta pelea”, concluyó, “pero... que también se vaya cuidando (Miguel) Cotto”.

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