Carlos Abregú le ganó al chubutense Roberto Reuque por nocaut en el tercer round y lo mandó al hospital. El campeón sudamericano derribó dos veces a su desafiante en el segundo round y a los 35 segundos del tercer asalto un gancho de derecha y un cross de izquierda mandó a la lona al “Munra” quien quedó desvanecido por 10 minutos. El chubutense pasó la noche en el hospital por precaución.
Carlos Abregú (22-0-0 19ko) superó exitosamente su primera defensa del título sudamericano de los welters al vencer por nocaut en el tercer round al chubutense Roberto Reuque (30-2-0 19ko) en una definición que tuvo ribetes dramáticos por la forma en la que se derribó el retador.
Un gancho de derecha pleno en el rostro y un cross de izquierda en la cien, terminaron de minar al retador quien en el segundo round había caído dos veces con cuenta de protección incluida. El “Potro” confesó que las declaraciones previas de Roberto Reuque lo habían molestado y eso potenció su ira sobre el ring, donde no le dio respiro al chubutense.
En el primer round, Abregú marcó el territorio con fuertes golpes de derecha e izquierda por afuera, e intentó no recibir las manos de Reuque, quien en esos primeros 3 minutos sobró la situación con algunas sonrisas y provocaciones al campeón quien había conectado ocho veces más que su rival.
En el segundo capítulo, el “Potro” dejó de medir y se dedicó a destruir. Con una combinación rapidísima al mentón de Reuque lo mandó a la lona al minuto de pelea. El “Munra” tocó el piso con los guantes y le aplicaron la primera cuenta de protección. Treinta segundos después un derechazo cruzado lo mandó a la lona nuevamente y si bien se paró ya no fue el mismo boxeador que se jactaba de su entereza y resistencia física. El minuto y medio que restaba del round se resume en la búsqueda de Abregú por el nocaut y las huidas de Reuque buscando la lucidez y la recuperación que nunca llegó.
Fue un error que Reuque saliera a disputar el tercer round. Abregú dominó a voluntad y el chubutense sólo atinó a defenderse. Esa combinación sólo daba lugar a un resultado: el nocaut, el cual llegó a los 35 segundos con un gancho infernal de derecha cuando Reuque bajaba la cabeza, y un golpe a la cien que tumbó pesadamente al “Munra” al suelo.
La caída fue pesada. El golpe de la cabeza con el piso fue inconciente, y la forma en la que se llenaba de sangre la boca del retador obligó a que en medio de la cuenta ingresaran los paramédicos a auxiliar a Reuque.Todo lo demás fue una rara mezcla de dramatismo y euforia.
El estadio se movía al grito de dale campeón, mientras que una veintena de personas hacían lo imposible para revivir al chubutense quien estuvo inconciente, con oxígeno unos cinco minutos. Se le colocó un cuello protector y fue conducido de urgencia a la ambulancia. Abregú pidió a la gente que se calmara y veía absorto la escena que su rival ofrecía y las angustiantes caras que lo rodeaban.
Carlos Abregú (22-0-0 19ko) superó exitosamente su primera defensa del título sudamericano de los welters al vencer por nocaut en el tercer round al chubutense Roberto Reuque (30-2-0 19ko) en una definición que tuvo ribetes dramáticos por la forma en la que se derribó el retador.
Un gancho de derecha pleno en el rostro y un cross de izquierda en la cien, terminaron de minar al retador quien en el segundo round había caído dos veces con cuenta de protección incluida. El “Potro” confesó que las declaraciones previas de Roberto Reuque lo habían molestado y eso potenció su ira sobre el ring, donde no le dio respiro al chubutense.
En el primer round, Abregú marcó el territorio con fuertes golpes de derecha e izquierda por afuera, e intentó no recibir las manos de Reuque, quien en esos primeros 3 minutos sobró la situación con algunas sonrisas y provocaciones al campeón quien había conectado ocho veces más que su rival.
En el segundo capítulo, el “Potro” dejó de medir y se dedicó a destruir. Con una combinación rapidísima al mentón de Reuque lo mandó a la lona al minuto de pelea. El “Munra” tocó el piso con los guantes y le aplicaron la primera cuenta de protección. Treinta segundos después un derechazo cruzado lo mandó a la lona nuevamente y si bien se paró ya no fue el mismo boxeador que se jactaba de su entereza y resistencia física. El minuto y medio que restaba del round se resume en la búsqueda de Abregú por el nocaut y las huidas de Reuque buscando la lucidez y la recuperación que nunca llegó.
Fue un error que Reuque saliera a disputar el tercer round. Abregú dominó a voluntad y el chubutense sólo atinó a defenderse. Esa combinación sólo daba lugar a un resultado: el nocaut, el cual llegó a los 35 segundos con un gancho infernal de derecha cuando Reuque bajaba la cabeza, y un golpe a la cien que tumbó pesadamente al “Munra” al suelo.
La caída fue pesada. El golpe de la cabeza con el piso fue inconciente, y la forma en la que se llenaba de sangre la boca del retador obligó a que en medio de la cuenta ingresaran los paramédicos a auxiliar a Reuque.Todo lo demás fue una rara mezcla de dramatismo y euforia.
El estadio se movía al grito de dale campeón, mientras que una veintena de personas hacían lo imposible para revivir al chubutense quien estuvo inconciente, con oxígeno unos cinco minutos. Se le colocó un cuello protector y fue conducido de urgencia a la ambulancia. Abregú pidió a la gente que se calmara y veía absorto la escena que su rival ofrecía y las angustiantes caras que lo rodeaban.
Eduardo Chañe. Sport Media Salta.
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