Una lenta recuperación

De la euforia justificada del público por el nocaut consumado se pasó al suspenso, ya que Reuque tardó más de la cuenta en recuperar la vertical. El propio Abregú silenció el festejo y mandó a desalojar el ring para facilitarle el trabajo a los paramédicos. Como el patagónico manaba abunda sangre se controló un posible ahogo, se le colocó un cuello de Filadelfia y fue asistido con oxígeno. Reuque retomó la conciencia en la ambulancia, se le diagnosticó un fuerte politraumatismo en la cabeza luego de estar internado durante cuatro horas de observación en el Hospital San Bernardo. El boxeador chubutense radicado en Pico Truncado, regresó a su habitación del Hotel Portezuelo una vez evaluada su condición y recién ahí cuando el equipo comenzaba a pegar la vuelta para el sur, pareció volver la calma.

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